miércoles, 20 de octubre de 2010

S.S. en Paraguay

A efectos meramente informativos, les diré que me llamo Ariel Benador y les voy a contar algo que mi padre me narró mediando los ochenta. La historia en cuestión acaeció en Paraguay, donde por aquel entonces mi progenitor desempeñaba labores diplomáticas de un país cuya identidad no viene al caso, y había llegado a sus oídos de boca de uno de los personajes implicado en los hechos:

Asunción, mil novecientos cincuenta y tantos.
En el despacho del presidente de la filial paraguaya de una gran compañía de automoción alemana, se presentó un individuo de unos sesenta años, tez cetrina, nariz huesuda, ojos huidizos de animal acosado y un incipiente encorvamiento de la espalda que potenciaba el aspecto enfermizo de su extrema delgadez.

- Siéntese, querido Hans – le dijo el director, un gordo de cabeza bestial y rasurada
- Sí, señor – respondió con humildad el recién llegado
- Usted sabe, querido Hans, que estos son tiempos difíciles para nuestra gente. Los norteamericanos y los malditos judíos no paran de acosarnos, y debemos ser muy cuidadosos. Aunque de momento contemos con la colaboración del gobierno militar, en la política las tornas cambian con rapidez y esta gente no se mueve más que por el interés y las componendas económicas. No tengo que decirle cómo son estos negros… Su foto, además, está siendo difundida por todo el mundo y eso no es nada bueno para la causa, como tampoco para esta empresa que siempre se ha portado tan generosamente con usted.

- Sí, señor, y se lo agradezco
- Lo sé, Hans, lo sé, pero hemos pensado que sería bueno que desapareciera por una temporada. No le va a faltar de nada y, cuando la cosa se enfríe un poco, pues entonces…
- Perdone que lo interrumpa, pero cuando dice “hemos pensado” ¿a quiénes se refiere?
- A nuestros antiguos camaradas de las SS, naturalmente
- Ah ¿y por qué no fui informado de esa reunión?
- Bueno, no se ofenda, pero pensamos que sería mejor no avisarle, usted no sería objetivo. Alemania y el mundo le deben tanto, que queríamos demostrarle, de alguna forma, o sea, con hechos, nuestro más sincero agradecimiento
- Comprendo

- Abajo, mi querido Hans, dos hombres le están aguardando para llevarlo a un refugio seguro, y no se preocupe por nada; lo vamos a cuidar.
- Está bien, si así lo quieren los camaradas

Se despidieron, taconeando a la alemana e izando el brazo:
- Heil Hitler

- Heil Hitler

En el vestíbulo del edificio, un par de tipos de acentuados rasgos arios lo condujeron, en silencio, hasta un Mercedes Benz negro estacionado en la puerta.

Esa misma semana, las páginas marginales de los periódicos nacionales informaron de la aparición de un cadáver flotando en el Paraná. Correspondía a un varón de mediana edad, con las manos cortadas mecánicamente y el rostro deformado, parcialmente devorado por los peces. Según la cédula de identidad que portaba en uno de sus bolsillos, se llamaba Heriberto Peralta y era natural de Asunción.
La escasa o nula notoriedad de la noticia chocaba con la anormalidad de otros tres sucesos ulteriores relacionados con ella. Por un lado, la cúpula de la filial de la firma alemana, convocada a la sede de Hamburgo con carácter de urgencia, fue renovada por completo. Por otro, un ciudadano alemán, con documentación falsa a nombre de Eladio Valdés fue hallado, dentro de su vehículo y con múltiples impactos de bala en el cuerpo, a escasos kilómetros de la frontera con Argentina. Finalmente, el responsable de Seguridad de la Embajada de Alemania en Asunción pereció acribillado en una calle de la capital cuando salía, bien entrada la madrugada, de un afamado prostíbulo (los análisis balísticos pertinentes indicaron que la munición ,empleada en ambos crímenes, pertenecía a una pistola Beretta de 9 mm., como las que utilizan los profesionales)

Apenas un mes después de los hechos, el Centro Simón Wiesenthal comunicaría que el cuerpo identificado como Heriberto Peralta se correspondía en realidad con Hans MeyerKopf, ex general de las Waffen SS y responsable de deportaciones masivas de judíos en Hungría (1944-1945).
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