El cantante Bernie Holzman falleció el pasado viernes en un centro hospitalario de New York, a los 84 años, como consecuencia de las complicaciones derivadas de una crisis cardíaca sufrida a principios de año. Considerado por muchos como el mejor cantante blanco de jazz, su multidisciplinar talento le permitió tocar la batería y el piano, escribir arreglos para orquesta, guiones de cine e incluso producir programas televisivos, aparte de una meritoria incursión en el mundo de la pintura.
Dotado de un suave timbre de voz, que le valió el apodo de “The silk singer”, Holzman había nacido en el seno de una familia de comerciantes judíos procedentes de Rusia. Con apenas 7 años, el pequeño Bernie ya formaba parte de la Blue Velvet Orchestra e intervenía en numerosos programas de radio. Poco después, trabajó como arreglista y actor infantil en varias películas de los hermanos Marx y a los 13 años ya escribía canciones, entre éstas “Raining Biscuits”, que llevaría al éxito a un hoy olvidado Mel Kane. Como batería, también integró las formaciones de gente de la talla de Duke Ellingyon, Harry James, Woody Herman o Stan Kenton pero sería en su calidad de solista donde alcanzaría sus principales logros. Los años cuarenta serían los de mayor esplendor en su carrera como intérprete, dado que en los 50 y los 60, su figura quedó un tanto relegada ante la irrupción del rock and roll y su peregrinar por distintas compañías discográficas. Ya en los 70, vuelve a remontar el vuelo y no descendería de altura hasta casi el final de sus días. Su nombre se convirtió en un símbolo, en algo atemporal que sobrevivía a las modas y suponía todo un referente para los amantes del jazz y la música melódica. Amigo íntimo de Bing Crosby, Judy Garland y Frank Sinatra, era común verlo actuar tanto en clubes de la Gran Manzana como en casinos de Las Vegas o Atlantic City. Muchos críticos consideraban que era tan bueno que por eso el gran éxito comercial se le resistía, y el reputado Mike Steinberg escribió de él que “poseía la voz más maravillosa que un hombre podía tener”.
En 1995, grabó su célebre disco en directo “American Soul” en el pub Michael’s de Nueva York (el mismo donde Woody Allen tocaba su clarinete todos los lunes durante más de dos décadas) y que hoy constituye una auténtica reliquia codiciada por sus admiradores y coleccionistas.
Le sobreviven su mujer Selma y tres hijos, de los cuales el mayor, Vladimir, es componente y fundador del grupo de música Klezmer “Sures und Najes Band”.
* Bernie Holzman nació el 19 de junio de 1924 en Nueva York, donde falleció el día 8 de agosto de 2008.
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