viernes, 16 de julio de 2010

Brevedades rescatadas de un cajón

* DEPENDENCIA:

Pasados casi tres años desde el divorcio, aún extrañaba el sexo de su ex mujer; ése lugar geométrico donde vertía todas sus angustias.



* EXTERMINIO:

Mi madre cosía las obligatorias estrellas amarillas en nuestras ropa, mientras todos callábamos y dominábamos lágrimas de rabia y vergüenza. Hoy, pasados tantos años, sigo recordando lo que entonces dijo mi padre: "No os preocupéis hijos, de esto no se muere". Pobre padre ! ¿de qué has muerto, entonces?.



* FAUNA DE OFICINA:

1.Manuel. 46 años, soltero, habitual lector de Marca y forofo del Atlético de Madrid. Se dedica con ahínco a la cría de canarios y todavía sería virgen si no pagara. Últimamente le da por las prostitutas eslavas, y el desayuno andaluz; pan tostado con tomate triturado y aceite de oliva.

2.Mónica : 38 años pero aparenta cincuenta. Casada con un cantante de orquesta, es con casi toda seguridad cornuda . Desea, a toda costa, quedarse embarazada de ese hombre que tanto la respeta (apenas la toca). Se las de entendida en literatura porque lee mucho, pero sus lecturas no van más allá de los libros que compra en la sección de saldos del Carrefour

3.Esteban: 50 años. Comunista. Añorante de sus tiempos de hippy, lleva los mismos vaqueros de lunes a viernes, tararea canciones de flores, amor y mariposas y se desplaza a bordo de un cochambroso escarabajo amarillo. Separado de una inglesa, tiene un hijo que no habla ni papa de español.

4.Juan Luis (el jefe): 42 años y un largo recorrido como pijo prematuro. Casado con una azafata de familia burguesa, odia que le recuerden los orígenes labriegos de su olvidada familia. Fiel a la impostura, está orgulloso de su melenita jerezana empapada en gomina, se declara fanático de los polos de marca, las camisas hechas a medida y las chaquetas Príncipe de Gales. Colecciona relojes y los sábados juega al golf (llueva o no llueva). En las cenas, tras catar el vino, repite invariablemente el mismo comentario: "mmm, está afrutado", se trate de blanco o tinto, crianza o reserva.


* FEOS:

Mi primo y yo desayunábamos plácidamente en el comedor de un coqueto y céntrico hotel lisboeta, cuando nuestra soledad se vió ultrajada por el trajín de un montón de turistas aparecidos de golpe.
- ¿Te díste cuenta de lo feos que son todos? - me preguntó intrigado
- es que hay una ponencia de feos - respondí con lo primero que se me ocurrió
- Ah, ya entiendo...y éstos hacen de figurantes ¿no?.



* PRESENCIA:

La odiaba. Ella lo había olvidado fácilmente y él, por el contrario, no iba a poder olvidarla en lo que le restara de vida. Semejante desequilibrio, le dolía más que ninguna otra injusticia padecida.

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